Sudáfrica… país lleno de contrastes, es ver casi todo lo que te ofrece el resto del continente en un solo país. Uno de los países con más kilómetros de costa, montañas casi vírgenes, reservas donde hacer safaris y las ciudades más cosmopolitas del continente africano.
Al ser un país tan grande, es fácil que durante un viaje a Sudáfrica encuentres diferentes climas. Desde el clima mediterráneo de Ciudad del Cabo, la zona más seca del centro o la costa monzónica que toca al Pacífico. Pero, hablando en general, los veranos son cálidos y en invierno suele haber temperaturas suaves. Hay que tener en cuenta que, al ser el hemisferio sur, les estaciones se invierten. Por lo tanto, en Sudáfrica en julio es pleno invierno, aunque bastante suave, y enero, temporada de verano. Lo que más marca la diferencia, en lo que el clima se refiere, es la altura respecto al nivel del mar. Esta gran meseta que es Sudáfrica tiene su punto más alto en Drakensberg donde el invierno es más duro.
La mejor época para hacer safaris en Sudáfrica son los meses de junio, julio y agosto. Al ser temporada seca, es mucho más fácil encontrar animales hidratándose en los pocos pozos de agua que van quedando en esos meses. También, debido a la temperatura más baja, los animales se atreven a moverse más y no pasan tanto tiempo escondidos del duro sol. Es entonces temporada alta en lugares como el Parque Nacional Kruger, un lugar ideal para poder ver los big five. Por contra, tienes que tener en cuenta que esta época las noches y amaneceres son bastante fríos. Recuerda abrigarte bien si viajas en la temporada seca ya que los mejores avistamientos de animales se hacen son el sol escondido.
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